Dominando la Intercesión: Los Siete Pasos para Presentar Tu Caso
Por Gregory Toussaint | 10 de Diciembre de 2025
¿Cuál es el papel del creyente en este sistema legal celestial? Si Jesús es nuestro Abogado, ¿cómo interactuamos nosotros, como intercesores, con la corte? El acto de la oración es mucho más que una simple conversación; es un procedimiento estructurado y con autoridad donde aprendemos a presentar nuestro caso ante Dios. Ahora que sabemos que Jesús es nuestro abogado, debemos dominar la estrategia de la intercesión. Aquí hay un proceso claro de siete pasos para acercarse al trono de la gracia con confianza y autoridad. Esta estrategia requiere tanto una honestidad cruda como una comprensión profunda de la ley más alta del universo, la Palabra de Dios.
El Fundamento: Honestidad en la Sala del Tribunal
Antes de que pueda comenzar cualquier argumento legal, los hechos deben establecerse. En la sala del tribunal del cielo, el primer y más crucial paso es presentar los hechos de tu caso con absoluta honestidad. Aquí es donde muchos creyentes fallan, intentando enmascarar su dolor o duda con "clichés espirituales" o una fachada de fortaleza.
La narrativa bíblica muestra que Dios honra la honestidad, no la hipocresía. Estamos llamados a ser reales con Dios, no a participar en "actuación espiritual" o "teatro". La ilustración perfecta de esto es el Salmo 13, un poderoso salmo de lamento escrito por el Rey David. David escribió este salmo mientras era perseguido implacablemente por el Rey Saúl durante aproximadamente nueve años, escondiéndose en el desierto. No pretendió ser fuerte; derramó su corazón en una oración de vulnerabilidad cruda y abierta.
La oración de David en el Salmo 13 revela tres categorías principales de hechos que presentó ante Dios:
Espiritual: "¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?" (Salmos 13:1)
David confesó el sentimiento de abandono, la impresión de que Dios le había dado la espalda. Este es un ejemplo profundo de ser honesto acerca del estado espiritual de uno, incluso cuando se siente pesimista.
Emocional: "¿Hasta cuándo tendré yo zozobra en mi alma, con tristeza en mi corazón cada día?" (Salmos 13:2)
David admitió estar ansioso, estresado y mentalmente agotado por luchar con preguntas sin respuesta. Lamentó la tristeza diaria, negándose a fingir que estaba alegre cuando estaba sangrando por dentro. Es una desafortunada tendencia en el cristianismo contemporáneo "eliminar el lamento", esperando una felicidad perpetua cuando la experiencia humana incluye valles y dolor.
Relacional: "¿Hasta cuándo se enaltecerá mi enemigo sobre mí?" (Salmos 13:2)
David expuso la amenaza externa, el hecho de que su adversario estaba prevaleciendo y que sus problemas eran una fuente de regocijo para sus enemigos.
Este paso fundamental nos enseña que el poder de nuestra oración comienza no con declaraciones llenas de fe, sino con una presentación clara y sin adornos de la realidad actual. Dios ya sabe lo que hay en nuestros corazones; nuestra honestidad es para nuestro propio alineamiento y para la integridad del caso que estamos a punto de presentar.
La Estrategia de Siete Pasos para la Intercesión
Una vez que se establecen los hechos, podemos pasar al proceso estructurado de presentar nuestro caso. Este proceso es una progresión poderosa desde la presentación del problema hasta la declaración de la solución.
Paso 1: Hechos - Presenta la situación clara y honestamente, incluyendo sentimientos internos y circunstancias externas, como acabamos de ver a David hacer en el Salmo 13:1-2.
Paso 2: La Ley - Identifica la Escritura relevante (la Palabra de Dios).
La ley en la corte celestial es la Palabra de Dios. Es la ley más alta que existe, y el poder de un intercesor es directamente proporcional a su conocimiento de ella. Para un diagnóstico médico negativo (el hecho), el intercesor contrarresta con la ley: "Por sus llagas fuimos nosotros curados" (Isaías 53:5). El caso no se basa en el deseo personal, sino en el precedente divino.
Paso 3: El Argumento - Basado en la Ley, argumenta contra los hechos negativos y rehúsa aceptar el resultado adverso.
Este es el rechazo a aceptar los hechos basados en la ley. "Padre, recibí este diagnóstico, pero Tu Palabra dice que soy sanado. Por lo tanto, me niego a aceptar esa enfermedad. Ese diagnóstico no puede prevalecer." El argumento es una conclusión lógica, basada en la fe, extraída de la supremacía de la Palabra de Dios sobre las circunstancias terrenales.
Paso 4: La Petición - Haz una solicitud directa y específica para la intervención de Dios basada en la Ley y el Argumento.
Esta es la solicitud directa de alivio. Habiendo establecido los hechos, citado la ley y presentado el argumento, el intercesor ahora llama a Dios a actuar: "Te estoy llamando a extender Tu mano sanadora y sanar mi cuerpo." La petición es la solicitud formal a la corte para que haga cumplir la ley a favor del peticionario.
Paso 5: El Veredicto - Declara el resultado deseado por fe, liberando el veredicto en el reino espiritual.
Esta es la declaración del resultado deseado por fe. Citando el principio de que "Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo" (Mateo 18:18), el intercesor habla el veredicto que quiere que el cielo libere. "Decreto y declaro en el nombre de Jesús, soy sanado. Soy liberado. Que este veredicto sea mi porción." Este es un momento crítico donde el creyente pasa de esperar un cambio a declarar un cambio.
Paso 6: Guerra Espiritual - Participa en la guerra espiritual, actuando con la autoridad del veredicto, sabiendo que el "gobierno del cielo" ahora respalda el decreto.
Una vez que se libera el veredicto, la autoridad del cielo te respalda. El intercesor ya no está solo; el gobierno del cielo está contigo. Esta autoridad se utiliza entonces para participar en la guerra espiritual. El intercesor ordena al espíritu de enfermedad o escasez que se vaya, no en su propia fuerza, sino con todo el poder de la corte celestial. Debemos entender que oramos no para que Dios haga cosas por nosotros, sino para que Él nos empodere para actuar. La montaña no se quita por la oración, sino por el mandato del creyente después de orar. Por eso la Biblia dice: "Si decís a este monte: Quítate..." (Marcos 11:23).
Paso 7: Acción de Gracias - Ofrece gracias y alabanza por la respuesta, incluso antes de la manifestación física, como un acto de fe preventivo.
El paso final es un acto de fe radical. El intercesor da gracias por la respuesta antes de que se manifieste físicamente. "Padre, gracias por hacerlo. Gracias por sanarme. Gracias por tu poder." Esta acción de gracias preventiva cierra el caso en fe, anticipando el poderoso testimonio que está por venir.
La Victoria Misteriosa
La visión más profunda del estudio del Salmo 13 es la transformación que ocurre dentro del intercesor. David comenzó el salmo con las palabras "¿Hasta cuándo?" y un espíritu de pesimismo, sintiéndose olvidado y triste. Termina el salmo con una declaración de fe: "Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien." (Salmos 13:5-6)
¿Qué causó este cambio? ¿Dejó Saúl de perseguirlo? ¿Estaba de repente sentado en un palacio? No. El cambio ocurrió mientras él estaba orando. Esto lleva a la poderosa conclusión de que a veces Dios no cambia tu situación; Él te cambia a TI en medio de la situación. La oración no es siempre para nuestros problemas; a menudo es para nuestra perspectiva. Si aún no ha llegado el momento de que Dios cambie las circunstancias externas, Él cambiará al hombre interior. Él dará gozo en el desierto y paz en el desierto.
Esta transformación interna es una "victoria misteriosa" a los ojos del enemigo. El enemigo entiende el regocijo cuando una persona es sanada o promovida. Pero cuando una persona todavía está enferma, todavía esperando y todavía en el desierto, pero está alegre y cantando, el enemigo está "desequilibrado". Hay confusión en el reino del infierno cuando Dios cambia la actitud y la perspectiva del creyente en medio de su prueba.
Cuando Dios te cambia a ti en lugar de la situación, algunas cosas ya no pueden afectarte. Algunas personas ya no pueden ponerte nervioso. Las viejas ansiedades pierden su poder porque tus ojos espirituales han sido iluminados. Al igual que el siervo de Eliseo, cuyos ojos fueron abiertos para ver al ejército del Señor rodeándolos, la perspectiva del intercesor cambia del problema visible a la provisión.
Este es el resultado de presentar tu caso en la sala del tribunal del cielo: ya sea que los hechos externos cambien inmediatamente o no, el veredicto interno de paz, gozo y fe es liberado. El intercesor se aleja de la sala del trono no solo con una solicitud, sino con una nueva actitud, una nueva autoridad y la seguridad de que el gobierno del cielo está de su lado.
Preguntas de Discusión
La enseñanza señala la desafortunada tendencia a "eliminar el lamento". ¿Cuál es el valor del lamento en la vida de un creyente, y cómo podemos hacer espacio para la tristeza y la ansiedad honestas en nuestras vidas de oración?
El segundo paso es citar la Ley (la Palabra de Dios). ¿Cómo debilita la falta de conocimiento de las Escrituras la capacidad de un creyente para "argumentar su caso" ante Dios?
¿Por qué la Acción de Gracias (Paso 7) es un componente necesario del proceso de oración, especialmente cuando la manifestación física de la respuesta aún no ha ocurrido?
La lección más profunda es que "A veces Dios no cambia tu situación; Él te cambia a ti en la situación." Describe un momento en tu vida en el que Dios cambió tu perspectiva o actitud, en lugar de eliminar inmediatamente el problema.